En uno de los encuentros propongo trabajar con el tema Soledad, de Ástor Piazzolla, para piano, guitarra, bandoneón, contrabajo y violín. Mi propuesta es percibir, a través de una serie de consignas, el compás y el diálogo de los instrumentos. La consigan es distinguir cuáles son los instrumentos que cumplen con la función armónica y cuáles con la función melódica, sin dejar de lado lo que es el tema y la forma. Cada participante elige el elemento sobre el cual centra su movimiento intuitivo: el motivo musical, el compás, las tensiones, la densidad.
Partituras analógicas de Soledad, de Astor Piazzolla.
En otro encuentro trabajamos con el tema Nº 40 de For Children, de Bela Bàrtok.
Utilicé como recurso la partitura del tema, que es notablemente clara y la presenté como una manifestación gráfica de lo que se escucha. En este caso, la propuesta fue comparar lo que se oía con lo que se veía, siguiendo la música en la partitura. Se reconocieron alturas, síncopas, silencios y densidades. Después, cada alumno buscó en su cuerpo una "resonancia en movimiento".
Partitura del tema Nº40 de For Children, de Bartok
En un último encuentro, trabajamos intensivamente sobre la Gymnopedie Nº1, de Erik Satie.
La idea es asociar el clima creado por Satie y las sensaciones que genera la obra con algunos elementos concretos del lenguaje musical, como intervalos, modo mayor y dórico, y alteraciones.
Partitura de la Gymnopedie Nº1, de Satie
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