Sofía dominó el teclado y logró transmitir emoción tanto con sus versiones de blues, como con su “Para Elisa”.
Kuky eligió obras muy lindas (de Clementi y Beethoven) y logró pasajes muy expresivos gracias a su técnica.
Por su parte, Noel encaró un difícil estudio de Chopin (el Estudio Revolucionario) y mostró el compromiso que asume en el estudio y perfeccionamiento. También tocó obras de su repertorio profesional.
Wenceslao no tocó, pero en sus dos meses de trabajo logró un buen manejo de las dos manos sobre el teclado; en parte porque Carl Orff le resultó interesante.
